Ahora, los sentidos de tu hijo empiezan a trabajar conjuntamente para aprender cómo es su entorno. Así que asegúrate de ofrecerle numerosas experiencias sensoriales estimulantes. Además, tu hijo empezará a desarrollar habilidades sociales, ¡como su primera sonrisa!
Sonríe a la gente y hace sonidos de bebé.
Muestra que está animado agitando los brazos y las piernas.
Entiende que algunas acciones tienen una consecuencia.
Se gira cuando oye algún ruido a su lado, pero todavía no es capaz de localizarlo.
Empieza a saber cómo hacer que sucedan cosas.